La esperanza se mide en sus ojos
y se va mezclando en el aire
con un vago hedor, a puertas abiertas.
Caminan taciturnos por estos pasillos
mientras yo los miro de aquí abajo
sentado a la mitad de sus caminos.
Afuera hay un sol que rompe
en nostalgia sus esperanzas
Pero ya sus entrañas conocen
lo que ha de suceder,
y se oye el cerrar de una puerta
como un llanto apagado
como una noticia extraña.
domingo, 15 de marzo de 2009
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